Esta no es una noticia ambiental más, es una de las peores catástrofes ambientales de la historia, más que nada por el lugar donde se produjo, según la organización ecologista Greenpeace es equiparable al derrame del buque cisterna “Exxon Valdez” ocurrido hace tres décadas frente a las costas de Alaska.
Este derrame se produjo el 29 de Mayo pasado, en la central termoeléctrica de Norilsk, en el norte de Rusia. Según la información publicada, se derramaron unas 6.000 toneladas de diesel en tierra, y unas 15.000 toneladas en los ríos Ambárnaya y Daldikán, que ya estaban muy contaminados por otros vertidos anteriores de la industria del níquel.
Es importante tener en cuenta que este evento aparentemente no fue un accidente aislado, sino que muy posiblemente (está bajo investigación) se produjo debido al movimiento de los suelos helados que sostenían los depósitos de combustible, a causa del cambio climático. Con lo cual plantea un grave riesgo a futuro, donde las infraestructuras montadas y por montar en toda la zona ártica estarán en peligro de deterioro y pueden causar eventos aún peores, a medida que el derretimiento del permafrost se agrave a causa del cambio climático.
Habrá que seguir de cerca el tratamiento de este desastre por parte del gobierno ruso, y de las políticas de diferentes países en la zona del ártico.