Se está acelerando el cambio climático?

En principio, la respuesta rápida es SI. Aunque requiere de un análisis muy complejo que iremos realizando a través del tiempo.

Acelerar significa aumentar la velocidad de crecimiento, es decir, que una variable no aumenta siempre a la misma tasa, sino que se va incrementando. Y dado que existen diversos factores comprobados de realimentación positiva del cambio climático, la aceleración está prácticamente asegurada salvo que bajen radicalmente las emisiones en unos pocos años.

El problema conceptual que tienen la mayoría de los modelos climáticos es que hacen proyecciones lineales en base a emisiones antropogénicas anteriores, sin contemplar factores de realimentación y puntos de inflexión.

El científico Guy McPherson realizó un recuento de 19 bucles de realimentación positiva con impacto en el cambio climático: Derretimiento de permafrost que libera más metano, sequías e incendios que producen deforestación y más liberación de CO2, aceleración del derretimiento de hielos en casquetes polares reflejando menos luz solar, etc.

En su libro «Requiem para una especie», el climatólogo Clive Hamilton sostiene que ya no es aceptable el análisis aislado y lineal de causa-efecto, y expresa: “Desde 2005 en adelante, una cantidad de trabajos científicos han descripto la probabilidad de que el sistema climático transponga “puntos sin retorno”, más allá de los cuales, el proceso de calentamiento se vería reforzado por mecanismos de retroalimentación positivos que darían como resultado que pequeñas perturbaciones provocarían grandes cambios. Esta nueva convicción ha trastornado la confortable concepción de que hay una relación dosis-respuesta entre la cantidad de gases de efecto invernadero que ponemos en la atmósfera y la cantidad de calentamiento global que resulta.”

Otro punto a tener en cuenta en el análisis, es que por más que bajen un poco las emisiones (como está ocurriendo este 2020), dichas emisiones siguen agregando gases de efecto invernadero a la atmósfera. Hemos agregado GEI de forma descontrolada durante un par de siglos, sobre todo en las últimas décadas, sobrepasando todos los límites aceptados como máximos por la comunidad científica.

En el caso del dióxido de carbono (principal GEI), el límite máximo establecido para su concentración es de 350 ppm (partes por millón) y en Mayo 2020 ya estamos en 417 ppm y subiendo.

Diferentes estudios científicos y mediciones de los últimos años respecto a derretimiento de la antártida, reducción de la extensión del hielo ártico, temperaturas record en zonas cercanas al círculo polar ártico, y muchas otras variables, indican que efectivamente y lamentablemente se está acelerando el cambio climático.

Próximamente estaremos publicando mucho material al respecto.

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